
Reseña de “Variaciones de un tema invisible”, muestra pictórica de Jorge Pirozzi en UCA (Bs. As.)
by Francisco Iversen
Impregné mi fantasma en esta casa
No hizo falta morirme
Ni alcanzó con tirarla abajo.
Deambulo por un área
Que a veces aparece en sueños
O peor, en insomnios.
No soy una amenaza
Salvo de mí mismo
Los árboles que arrancaron
Para hacer garages,
No son menos inofensivos
Que mi invisibilidad,
Ni tan ausentes.
Bajo la alfombra desaparecen
Rayuelas, hoyos de bolita, rompeportones,
Criaturas que el olvido no tuvo en cuenta.
Fantasmagorías que no alcanzan a nadie.
Fragmento de “Impregné mi fantasma en esta casa” en Pirozzi, Diletancias (2013, 65)
Abril 2023 – Nuestros lectores de IPM Monthly estarán ya familiarizados con proposiciones que sostienen que el conocimiento comienza con los sentidos y que nada hay en el intelecto que no haya pasado antes por la facultad imaginativa. Aquellas parecen invitarnos a utilizar la captación estética (en el sentido griego de sensación, aísthesis) como un peldaño o un trampolín que nos acerca más y más a las verdades más profundas y a acercarnos a lo más cognoscible en sí. Esos últimos serían los objetos de estudio más alejados de nuestra sensibilidad y su acceso se daría paso a paso sin descartar ni saltar lo más cognoscible inmediatamente para nosotros, i.e. aquello que nos es inmediato a los sentidos. De algún modo, hay una sugerencia a explorar la sensibilidad y a adentrarnos en el arte, las ciencias y la naturaleza primero por los sentidos. No obstante, como siempre en filosofía, hay adversarios de la sensibilidad que sugieren tener cuidado al tratar con esta facultad que nos fomenta el ocio, el crimen y el pecado, nos aleja de lo más alto y abstracto.
De los menos aficionados a la captación sensible hay también quien ha atacado la utilidad y fertilidad de los objetos más puntuales que llegan por ella. De uno de esos objetos de estudio cuya utilidad es puesta en duda nos ocupamos aquí: del arte pictórico.
Aunque consideramos interesante discutir cómo la platónica “copia de copia” (Rep. X) devino el modo de transmitir la fe católica a los iletrados y de ensalzar a un hecho histórico o un gobernante y hoy – por citar al propio Pirozzi – se encuentra en un estado de pureza vedado de las funciones ajenas a la propia pintura, no buscamos, obviamente, determinar la función precisa de este arte ni inmiscuirnos en las discusiones y debates de las que ha sido objeto. Más bien, esperamos que el lector saque sus propias conclusiones e invitamos a visitar “Variaciones de un tema invisible”, muestra pictórica de Jorge Pirozzi en UCA (Bs. As.).

A quien espere una biografía completa del artista se le pide disculpas y se lo invita notar la cercanía entre realidad y ficción en palabras de Borges (1994):
En aquel Imperio, el Arte de la Cartografía logró tal Perfección que el mapa de una sola Provincia ocupaba toda una Ciudad, y el mapa del Imperio, toda una Provincia. Con el tiempo, esos Mapas Desmesurados no satisficieron y los Colegios de Cartógrafos levantaron un Mapa del Imperio que tenía el tamaño del Imperio y coincidía puntualmente con él. Menos Adictas al Estudio de la Cartografía, las Generaciones Siguientes entendieron que ese dilatado Mapa era Inútil y no sin Impiedad lo entregaron a las Inclemencias del Sol y de los Inviernos.
Todo para no caer en extensas referencias y permitirnos hacer un mapa incompleto –pero accesible– de quien nos ocupa. Así, como él mismo afirma en su entrevista con Página 12 y en algunas conferencias que ha brindado, Pirozzi es un autodidacta del arte quien tardíamente se introduce en la escena a partir de la insistencia de gente más afín a las instituciones ligadas al arte. Prontamente su talento fue condecorado con menciones y premios a nivel municipal y nacional y sus obras fueron expuestas a lo ancho y largo del mundo. Entre sus afinidades más destacables de los primeros tiempos en los círculos artísticos de Buenos Aires se pueden nombrar a Felipe Pino, Jorge Pietra, Marcia Schvartz, Duilio Pierri y Eduardo Stupía. Sin nombrarse a sí mismo, Stupía ubica a Pirozzi junto con los demás como un generación que irrumpe en los ’70 para enriquecer la escena pictórica argentina (2023).
Además de como pintor, se ha destacado su actividad como uno de los mejores luthieres artesanales en Buenos Aires de guitarras clásicas, como ajedrecista aficionado y como poeta y conocedor de la poesía. En este último menester es que se ha publicado un compendio de título Diletancias (2013).
Cavanagh lo presenta como el descendiente de una familia muy laboriosa y creativa de Villa Ortuzar, discípulo de su tío y encargado de retratar a sus amigos de vecindad con una tiza en la calle donde jugaban en la infancia (2023). Gorriarena lo describe como un férreo opositor al mundo cultural y artístico producto del mercado global y las normas de los profesionales e intelectuales del arte (2016). Y el mismo Pirozzi hipotetiza sobre la transformación de su manera de pintar:
Cuando empecé en los años sesenta mi obra era dibujística y figurativa, con muy poco color. Después empecé a pintar a la manera surrealista: formas a las que daba valores. Al tiempo empezaron a surgir esas telas más abigarradas y expresionistas, cargadas de materia. Pero en los noventa, por necesidad, empecé a dar clases. Es decir: abrí un taller. Y las cosas cambiaron a partir de que me vi obligado a pasar la pintura y el dibujo al discurso: tuve que ordenar las cosas en una sintaxis. Porque yo no venía de una formación académica. Para transmitir las cosas, había que trasladarlas a palabras, que son una realidad diferente. Eso fue transformando mi forma de pintar (Lebenglik, 2023).

Dicho esto, pasamos a la muestra. Compuesta a partir de obras que forman parte de colecciones como el Carnegie Institute Museum of Art (Pittsburg, EEUU) y el Museo Nacional de Bellas Artes (Bs. As., Argentina) (Cavanagh, 2023), entre otros, “Variaciones de un tema invisible” es una biografía y un viaje en el tiempo y el espacio. Nos lleva por la vida del pintor a través de su obra del presente y del pasado. Nos boceta el espectro evolutivo de la mano artística pretérita y presente y nos habilita a especular sobre la dirección que tomará en lo futuro.
En la muestra, que continúa expuesta hasta el 9 de abril del 2023 en el pabellón de Artes de la Universidad Católica Argentina (UCA), hay una gran colección de obras pintadas desde los inicios de la producción de Pirozzi hasta las novedades de los últimos años. Como señala acertadamente Stupía nuestra tarea es tan imposible como sistematizar lo insistematizable (2023). Encontramos obras cargadas de pintura que dan una dramática textura al lienzo que recuerdan a algunos hitos del Museo Van Gogh en Amsterdam y otras que tienen apenas lo mínimo; obras en telas y otras en papel; cuadros que ocupan una pared entera y otras que ocupan un pequeño espacio pero se convierten en un conjunto como partes de un todo en el muro que se transforma en una macro-obra. Sobre las paletas y los materiales encontramos variedad también, en algunas obras hay infinidad de colores mientras que en otras hay una tonalidad en degradé definida:
Como para mí el dibujo es básico, uso mucho el negro. Y del mismo modo en que el dibujo me llama, también me llaman los colores saturados. Al principio me manejé con una paleta muy reducida, porque el acrílico no se conocía o se conocía muy poco acá. Y a mí me vino muy bien, porque hasta entonces yo pintaba con acuarela y témpera. Usé algo de óleo, pero tardaba mucho, porque me pasaba más tiempo limpiando que pintando. El óleo me distrae y me quita la rapidez que necesito. Aunque por otra parte cuando pinto al óleo tengo una paleta más extensa. Son otra cosa los colores al óleo. En concreto, la pintura al agua me resulta mejor. El acrílico apareció acá a fines de los años sesenta. Y eran caros. Yo compraba una gama reducida, de menor precio. Los talos eran más baratos que los cadmios. Pero no le daba tanta importancia al color, más allá de tener los primarios y algún que otro color. Me fui acostumbrando a trabajar así, de una manera directa, elemental y saturada. Es un modo -y una paleta- que siento emotivamente más familiar, más mía. Cuando extiendo la gama, por ejemplo en óleo, lo siento más ajeno (Lebenglik, 2023).

Bibliografía
https://www.instagram.com/jhpirozzi/ consultado el 13 de marzo de 2023.
Borges, J.-L. (1994). Histoire universelle de l’infamie/Histoire de l’éternité. Histoire universelle de l’infamie/Histoire de l’éternité. Paris: Union générale d’éditions. Collection 10/18. Paris: Union générale d’éditions.
Cavanagh, C. y Stupía, E. (2023) “Variaciones sobre un tema invisible”. Panfleto de presentación de la muestra, UCA.
De monte, P. “Comentario a ‘Sin título” en https://www.bellasartes.gob.ar/coleccion/obra/9374/ consultado el 15 de marzo de 2023.
Gorriarena, C. (2016), “Jorge Pirozzi. Muestra de Cuadros” en https://www.artehispano.com.ar/Jorge_Pirozzi_Muestra_de_cuadros.html consultado el 15 de marzo de 2023.
Lebenglik, F., “Pinturas intensas de un pensamiento en acción” en Página 12 https://www.pagina12.com.ar/529247-pinturas-intensas-de-un-pensamiento-en-accion consultado el 15 de marzo de 2023.
Pirozzi, J. (2013), Diletancias, Bs. As., Leviatán.