
Locución en radio y televisión: ¿Arte o servicio público? Entrevista a Azul Birenbaum
by Francisco Iversen
Mayo 2023 – En su análisis de la cultura griega y, especialmente, de la obra de Alcidamente de Elea, Luis Ángel Castello –gran profesor de griego en la Universidad de Buenos Aires y Universidad de San Martín, entre otros, muy bien recordado por todos sus exalumnos– problematizaba la tensión entre oralidad y escritura en la Grecia Antigua. Dicha tensión no puede pasar desapercibida a la mayoría de nuestros lectores que, aunque en el ejercicio de sus tareas de investigación y docencia ponen en juego ambas habilidades, ven muchas veces priorizada a la escritura sobre la oralidad. Así, la presente entrevista intenta saldar esa deuda gracias a Azul Birenbaum, Locutora Nacional que ejerce en Argentina como conductora en radio y televisión, quien nos va a hablar del uso profesional de la palabra hablada.
Sobre Azul Birenbaum

Azul Birenbaum es Locutora integral de Radio y TV por el Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica. También es actriz de Doblaje por la misma institución, la única en el país con capacidad de expedir ambos títulos. Trabaja actualmente en diversos programas de radio y conduce un noticiero por Canal 26, señal que se emite al resto de Latinoamérica. Fue nominada en 2021 a la categoría Mejor Locutor de los Premios ETER.
Entrevista a Azul Birenbaum
¿Qué implica ser Locutora Nacional en Argentina? ¿Es una titulación única en América Latina, verdad?
Sí, la carrera de locución solamente existe en un puñado de países. Nosotros tenemos la suerte y el orgullo de que en Argentina el único instituto capaz de otorgar la matrícula habilitante es una Universidad pública y gratuita. Ser locutora acá implica tener presente todo el tiempo que el resto de los argentinos te dio la oportunidad de obtener un título y que tenés que devolverle al país lo que te dio. ¿Cómo lo hacemos? Con la noción de servicio público. Somos muchas veces la voz que escucha la persona que prendió la radio para informarse o entretenerse, o la persona no vidente que necesita disfrutar una película con audiodescripción. Teniendo eso presente, difícilmente hagas mal tu trabajo.
¿Qué tipo de habilidades se ponen en juego a la hora de hacer un programa de TV? Me imagino que la inmediatez, los nervios y la preocupación por la calidad de imagen y sonido juegan un rol importante.
Ser locutora en TV y serlo en radio es muy diferente. La sensación con la televisión es que la imagen siempre tiene más tracción, sobre todo viviendo en una cultura donde lo visual es tan relevante y siempre se le da más importancia que al resto de los estímulos. En la televisión una tiene muchos más elementos a los que prestrarle atención: la postura, la estética, el movimiento del cuerpo al contar una noticia, las expresiones faciales, esas cosas que en radio podés no pensarlas, porque la expresión se imprime solamente en la voz. Siempre se dice que la radio tiene algo mágico, porque solamente con el recurso sonoro podés hacer reír, llorar o alterar a una persona sin que la imagen le pase por encima y la distraiga. Pero en televisión tenés la posibilidad de decir mil cosas con una sola expresión facial. Comunicar por radio o por TV son simplemente juegos diferentes. Y sobre los nervios, bueno. La verdad es que están siempre presentes cuando a una le interesa que todo salga bien, solo que aprendés a que no se noten. Mis profesores de locución nos decían “Empiecen a tener miedo cuando ya no sientan nervios”, cuando ya no les importe lo que pase.
En su experiencia en varias emisoras: ¿Cuáles considera que son las mayores virtudes de alguien que está al aire en radio?
Creo que una virtud que poco se menciona en este rubro es la generosidad y el ser buen compañero, entender que somos una parte de una maquina más grande. El trabajo en los medios es siempre en equipo. En general, el que se luce es el locutor que está frente al micrófono, pero atrás hay productores trabajando en el contenido y operadores técnicos dándote la posibilidad de salir al aire.
Para ir cerrando y darle un toque filosófico a la entrevista: ¿Cuál es el estatuto de la locución? ¿Un arte? ¿Una ciencia? ¿Una herramienta?
La locución sirve como herramienta para gente que tampoco se dedica a esto; docentes que pierden la voz después de muchas horas de clase, gente que tiene pánico escénico para hablar frente a grupos o personas en general que simplemente quieren saber contar bien una historia. No diría que es una ciencia, pero hay algo de arte que se pone en juego al momento de la creación con lo sonoro. Tener la posibilidad de grabar el mismo párrafo de diez maneras diferentes solamente modificando tonos, ritmo y cadencia se podría comparar con el trabajo del pintor que hace una serie de cuadros con la misma temática: todos son lo mismo, pero a la vez no.
Habida cuenta de la coyuntura actual con el avance de la IA: ¿Tiene alguna preocupación en referencia al futuro de su profesión?
En este oficio la IA es el gran tema de conversación. Hay compañeros que se están quedando sin trabajo por softwares que imitan la voz humana y te permiten no pagarle nunca más a un locutor porque todo lo hace una máquina. Los avances tecnológicos en el capitalismo jamás fueron para aliviarle el trabajo al trabajador, siempre fueron para desplazarlo. Eso no es nada nuevo. Y creo que a esta altura es un tren que no se puede frenar. Ante esto, para ganarle a la máquina solamente nos queda aferrarnos a lo humano, a lo espontáneo. La máquina gana en información, en inmediatez, pero me gusta pensar (ojo, quizá es una ilusión para consolarme) que cuando vean que la gente sigue eligiendo prender la radio y escuchar a un ser humano contar una anécdota de su vida, y reír y llorar y toser y tartamudear, ahí le habremos ganado la batalla a la tecnología.